veras cuando tengas cincuenta años...!!

Cierro los ojos...

Vuelvo a abrirlos y veo mi reflejo en un espejito de cristal. Mi cara es redonda y blanca, mis labios rojos y una lagrimita negra cuelga de mi ojo izquierdo. El arte de mimar.

Durante las noches, recostada sobre las tablas de madera de una cama sin colchon, evoco como una suerte de mantra las palabras de Gaby y de Alicia; entrego el peso de mi cuerpo, de cada rincon de mi cuerpo, respiro imaginando el aire de un color, a veces aparecen algunas imagenes vagas de un salon que aun recuerdo, e incluso veo los pies de mis compañeros a lo lejos.

Durante los dias, mientras atravieso el estrecho sendero que me lleva a casa, con sus precipicios de rio y mis pies decalzos sobre el barro, canto sin verguenza las canciones de Ani, a saber: si la nieve resbala, piedra y camino, rosas de marzo, la vidalita de Maria Elena Walsh, y esa que era con un aplauso combinado en siete por ocho.
A veces tambien canto las de Rodrigo, y me rio sola un rato porque nadie comprende, nadie podria comprenderlo siquiera.

Cuando estoy de estatua viviente utilizo la mirada Zen, la que nos enseno Adrian, y la sonrisa es interna, al menos hasta que algun niño deposite una moneda en la urna y me permita entonces moverme.

En la casa hay un gran espacio donde una alfombra verde recibe y soporta el peso de las bailarinas de la familia, de las chicas que hacen yoga a la mañana, y de Gui y yo que hacemos los ritos tibetanos. Cuando la alfombra esta vacia de artistas, aprovecho para no perder la elongacion adquirida y en silencio escucho la voz de Sol y el coro grupal diciendo Ta Ka Tiiii Ne.

Todos los dias, a veces tan solo por unos pocos segundos, recuerdo de alguna manera todo este ciclo universitario que compartimos juntos. Un gran aprendizaje sin duda alguna...
Y saben que es lo que mas, mas, mas me gusto?

Conocerlos a ustedes... eso fue lo mejor. El grupo humano mas alla de todas las cosas.

Les deseo todas las luces y aplausos del mundo

Besos de Pierrot, desde Ecuador hacia la Argentina, sin distancias....

Gabi