Un rumano, un irlandés y un alemán nos dejaron en distintas instancias del siglo pasado obras que tienen que ver con el ya conocido teatro del absurdo y teatro épico. Dejamos simples reseñas de sendas obras, de las que tenemos una tarea en Historia del Teatro Universal.
El rumano:
Eugéne Ionesco fue uno de los principales dramaturgos del teatro del absurdo y uno de los autores teatrales más emblemáticos de este siglo, mordaz y sobre todo dotado de un gran sentido del humor. Sus obras reflejan su punto de vista pesimista respecto a la condición humana, nuestra incapacidad para entendernos y lo ridículo de la existencia. Principal exponente del teatro del absurdo, creó situaciones escénicas sin lógica, en las que utilizaba un lenguaje sin sentido alguno con el fin de resaltar el aislamiento y la extrañeza que sienten los seres humanos. Su éxito se basa en haber extendido sus técnicas dramáticas surrealistas a un público, el teatral, habituado al realismo.
Sobre la obra:
La cantante calva fue su ópera prima y es la que más representa a su obra total. Trata de dos matrimonios incapaces de comunicarse entre sí: uno de ellos (matrimonio Smith) por exceso de palabras, demostrando lo mucho de nada que se puede decir; el otro marimonio (Martin) sufre un colapso comunicacional al punto de no saber dónde viven, ni quiénes son, ni quiénes son sus hijos.
El irlandés:
La obra de Beckett es fundamentalmente sombría y tendente al minimalismo y, de acuerdo con ciertas interpretaciones, profundamente pesimista (hasta nihilista) acerca de la condición humana. En consonancia con esto, con el tiempo sus libros se hicieron progresivamente más crípticos y breves. El pesimismo de Beckett viene sin embargo atemperado por un particular sentido del humor, entre negro y sórdido.
Sobre la obra:
Vladimir y Estragón son los personajes de Esperando a Godot, una de las principales obras de Beckett. Estos personajes esperan a Godot, del que el público nunca se entera quién es realmente ni por qué es tan importante. Los diálogos y los pequeños sucesos se encuentran dentro de un contexto de puro absurdismo. Aparecen otros personajes que contribuyen a estos diálogos y eventos del absurdo.
El alemán:
Brecht siempre buscó con sus actuaciones, concienciar al espectador y hacerlo pensar, procurando distanciarlo del elemento anecdótico; para ello se fijó en los incipientes medios de comunicación de masas que la recién nacida Sociología empezaba a utilizar con fines políticos: la radio, el teatro e incluso el cine, a través de los cuales podía llegar al público que pretendía educar. Su meta fue alcanzar un cambio social que lograse la liberación de los medios de producción. En ello incluyó tanto el ámbito intelectual como el estético. Fue uno de los referentes principales del teatro épico, del que luego él prefirió definirlo como teatro dialéctico.
Sobre la obra:
Se sitúa en la Guerra de los 30 años, Madre Coraje es una astuta vendedora ambulante que para sobrevivir sortea habilmente las diferencias entre católicos y protestantes siguiendo con su carro al ejército sueco sacando partido de la guerra y del dolor humano. Obtiene beneficios pero el precio que ha de pagar son sus tres hijos.
Es un profundo alegato antibélico, donde el personaje central de Anna Fierling ("Madre coraje") -mítica figura del costo de la guerra- termina sola en su desvencijado carro.
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